Fallece una mujer asfixiada en una residencia de Chiva

La anciana de la residencia murió por accidente al ponerle su compañera una toalla en la cara para refrescarla

Un trágico accidente parece estar detrás de la muerte de una anciana de 96 años en una residencia de Chiva. Según ha constatado el diario LAS PROVINCIAS por fuentes oficiales, la fallecida era una persona dependiente. Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer de avanzada edad se quejó de que tenía la boca seca. Al parecer, su compañera de cuarto, de 92 años, y con demencia, le puso una toalla en la cara para que se refrescara. Sin embargo, presuntamente se le olvidó retirarla y la víctima falleció.

La autopsia de la fallecida confirma que ha muerto por una asfixia mecánica, descartando un fallecimiento por causas naturales. La investigada declaró que sabía que su compañera había muerto pero desconocía que hubiera sido como consecuencia de no haberle retirado la toalla del rosto. Según informa el diario Las Provincias, no había ninguna enemistad entre ambas y la acusada no tiene comportamientos agresivos ni sufrió ningún tipo de brote psicótico. Sin embargo, la Guardia Civil está investigando los hechos como un presunto delito de homicidio al tener en cuenta los resultados de la autopsia.

Ocurrió el pasado martes. La presunta autora del homicidio permanecerá en su habitación de la residencia recibiendo cuidados médicos cuando se proceda a su detención en lugar de estar en los calabozos a la espera de pasar a disposición judicial debido a su avanzada edad y a su estado de salud. Al parecer, este es el procedimiento habitual para las personas de una edad tan avanzada que cometen hechos delictivos, salvo en casos excepcionales en los que sí que los trasladan a los calabozos hasta que se presenten ante el juez.

La Guardia Civil está investigando las causas del homicidio y ha destacado la vulnerabilidad de la víctima, tanto por su avanzada edad como por el momento en el que se produjeron los hechos. La investigación pone el foco en el estado de salud mental de la sospechosa y de si era consciente de sus actos cuando asfixió a su compañera de cuarto. Tendrán que evaluar en qué condiciones de salud se encontraba la sospechosa cuando presuntamente mató a su compañera de estancia y por qué se produjo el crimen.

Fueron los responsables de la residencia los que alertaron a los agentes del fallecimiento de la residente en extrañas circunstancias. Una empleada avisó tras percatarse de que una interna estaba sin vida cuando entró en la habitación para prepararles la medicación.

Fuente: Las Provincias.