Así será el nuevo puente de la gasolinera

La diputación reconstruirá el puente de acceso a Cheste por 5,4 millones ya estará listo a finales de septiembre

El nuevo puente de la gasolinera ya está en marcha, se realizará mediante materiales modernos y cimentaciones adecuadas. La vicepresidenta y diputada encargada de la obra, Reme Mazzolari, asegura que la nueva construcción «permitirá resistir el envite de futuros episodios y prolongar su vida útil otros 100 años». 

Tal como explica Mazzolari, la reconstrucción consistirá en ejecutar tres vanos de 32 metros cada uno, mediante un tablero de hormigón y acero con solo dos pilares que estarán cimentados con más profundidad que los existentes. Estos pilotes «garantizarán la resistencia estructural, hidráulica y le darán estabilidad según el nuevo estado de esta técnica».

Recreación del nuevo puente de a la CV-378, que tendrá dos pilares y tres vanos de 32 metros cada uno.

La crecida del barranco de Chiva por la dana erosionó por completo un tramo del terraplén de acceso derecho, desde el estribo del puente, que estaba formado a su vez por dos puentes adosados de distinta época, para una estructura de 62,5 metros de longitud total, con distinta calidad de ejecución, y en distinto estado de conservación.

De hecho, una de las claves de esta nueva obra es que la reducción de los pilares sobre el cauce «implica una mejor respuesta hidráulica del puente en avenidas de agua». 

Obras de demolición esta semana del puente de la CV-378 en Cheste.

Obras hasta septiembre

Para esta obra se han consignado 5,4 millones de euros y se prevé un plazo de ejecución de cinco meses. El equipo técnico del área de Carreteras prevé que las obras estén finalizadas en la última semana de septiembre.

La evaluación del puente tras el paso de la barrancada reveló diferentes estados de afección sobre las diversas etapas de construcción del puente. La diputación valoró la construcción de una prolongación del puente sobre el trozo que quedó en pie para cubrir el nuevo ancho del barranco y mantener parcialmente la antigua obra, ya que las inspecciones visuales iniciales no apreciaron daños estructurales significativos. 

Sin embargo, cuando se empezaron a realizar los cálculos para ejecutar la nueva estructura, se realizaron auscultaciones y sondeos geotécnicos, además de comprobar los testigos instalados sobre el hormigón. Se hicieron también catas en los rellenos, en el descubrimiento y se limpiaron las cimentaciones, todo ello para conocer las dimensiones reales, las cotas de apoyo y las resistencias de los hormigones. 

Diferentes etapas de construcción

Fue entonces cuando esos estudios en profundidad revelaron que las calidades de los hormigones eran «extramadamente pobres», según el informe, por lo que la resistencia estaba «muy comprometida». También se comprobaron las cimentaciones, especialmente las de 1970, y se comprobó que habían sufrido daños importantes con la riada. La estructura de 1970 se apoyaba en una de 1920, que fue la que permitió que el puente no colapsara en su totalidad, pero se reflejó la fragilidad de la estructura que había quedado en pie y no existía »tecnología ni actuación posible para mejorar su estado».  

Fuente: Levante EMV