AVA avisa de que los gobiernos se ponen las pilas o volverán a salir a las calles
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, calificó el año agrario 2020 de “extraordinariamente difícil” y cifró en 570 millones las pérdidas sufridas por los agricultores y ganaderos valencianos. “La persistente falta de rentabilidad se recrudeció en la mayoría de los cultivos y cabañas ganaderas a causa de las devastadoras repercusiones del Covid-19, tanto por las dificultades añadidas en la comercialización como por el incremento de los gastos debido a las medidas preventivas”. Otras causas de las pérdidas económicas fueron las adversidades climáticas, la supresión de materias activas fitosanitarias sin alternativas eficaces contra plagas y enfermedades, los daños de fauna salvaje y los robos.
Aguado recordó que “la pandemia interrumpió las movilizaciones del sector agrario europeo y las negociaciones emprendidas con las administraciones para exigir precios dignos, los cuales siguen sin haber. Por ello, cuando la situación sanitaria lo permita, o los gobiernos europeo, nacional y autonómico se ponen las pilas, o volveremos a salir a las calles. Los productores generamos mucha riqueza pero apenas podemos sobrevivir”.
El presidente de AVA-ASAJA pidió a la conselleria de Agricultura que “esté más unida que nunca para evitar que la reforma de la PAC vuelva a discriminar a la agricultura valenciana.
Los cultivos que peor comportamiento tuvieron en 2020 fueron el vino, las frutas de hueso, el caqui, el aceite, la almendra, las hortalizas y las flores y plantas ornamentales, mientras que las ganaderías más afectadas fueron el ovino, caprino, vacuno, las reses dedicadas a los ‘bous al carrer’ y la apicultura. Incluso algunas variedades de cítricos, que gozaron de un tirón de la demanda, han acabado con precios por debajo del umbral de rentabilidad.