Programa de envejecimiento activo

El Programa de envejecimiento activo del CFPA continúa un año más con todas las plazas completas

Este mes de octubre da comienzo un nuevo curso en el Centro de Formación de Personas Adultas (CFPA) y continúa en marcha el Programa de envejecimiento activo destinado a personas mayores de 60 años que quieran promover su desarrollo socio-cultural, aunque también tienen cabida las personas remitidas por el Centro de Salud que necesitan este tipo de actividades.

“Los principales objetivos de la iniciativa son promover un envejecimiento activo, retrasar la llegada de la dependencia y romper la situación de soledad no deseada”, explica la concejala de Educación y Sanidad, Mª Ángeles Llorente. “En la anterior legislatura ampliamos este programa dotándolo de más presupuesto y en la actual hemos puesto en marcha nuevas actividades complementarias, como salidas culturales y la participación en el IAIOS Training Festival que promovía celebrado en la Universidad de Valencia”.

Dentro del Programa de envejecimiento activo se realizan dos talleres: un taller de Memoria,  impartido por la psicóloga Amparo Martínez Tarín, especialista en dificultades del aprendizaje y estimulación cognitiva, y por la voluntaria Chelo Sánchez Tarín; y un taller de Musicoterapia, yoga y relajación, a cargo de Ángeles Chuliá, monitora de yoga, psicomotricidad y musicoterapia.

Ambas actividades cuentan con una larga trayectoria en el CFPA y con todas las plazas disponibles ocupadas. Sus coordinadoras, además, realizan cada año una valoración de los talleres para determinar los logros alcanzados por parte de las personas participantes y para evaluar su trabajo como dinamizadoras. “A través de estas evaluaciones, queda evidencia de que estos talleres permiten que las personas participantes vivan un envejecimiento saludable, manteniendo su autonomía, mejorando su atención, concentración, movilidad y coordinación, entre otros aspectos”, explica Chuliá.

Taller de Memoria

Tal y como explica Amparo Martínez, el taller de Memoria lleva ofertándose en el CFPA de Cheste desde hace 15 años. “Con el paso del tiempo el número de participantes ha ido aumentando y fue a partir de 2014 cuando el curso empezó a coger protagonismo, hasta llegar a matricular cada año a un total de 80 personas. De nuevo este año ya están todas las plazas cubiertas”, apunta. 

Las personas participantes se dividen en dos grupos, según su nivel de deterioro cognitivo. Cada grupo está formado por unas 25 personas, que cuentan con su propio cuaderno, elaborado por las profesionales que están a cargo del taller. “En cada hoja del cuadernillo se trabaja y se entrena una habilidad diferente, desde matemáticas hasta lógica. Además, existen cuatro niveles diferentes, según la formación de cada alumno. Todos ellos van progresando en cada una de las áreas que se trabajan”, especifica Martínez. 

El Programa de envejecimiento activo del CFPA continúa  un año más con todas las plazas completas

Así, en cada sesión las personas participantes van evolucionando en sus cuadernos, pero también participan en distintos juegos cognitivos, como el “pasapalabra”, o actividades de completar refranes y ponerlos en su adecuado contexto. Paralelamente, una vez al mes, se realiza un circuito por grupos en el que se realizan puzzles, se potencia el razonamiento lógico y se realizan reompecabezas con Tangrams. Por otra parte, cada dos meses se realizan exposiciones orales, para aquellos participantes que pueden seguir memorizando y aprendiendo.

Musicoterapia, psicomotricidad y yoga

Según afirma Chuliá, la musicoterapia consiste en utilizar la música como medio estimulante para producir cambios positivos en el estado de ánimo y bienestar de las personas. “Con esta actividad, los mayores mejoran su atención, estimulan su memoria a corto y largo plazo, incentivan su creatividad y mejoran, a través del ritmo, la coordinación y movilidad de articulaciones. Con la psicomotricidad trabajan el desarrollo motriz, cognitivo, afectivo y social a través de su cuerpo. La práctica de esta actividad reduce las molestas físicas que pueden aparecer, mejora la coordinación y el equilibrio, mejora la postura, reduce el estrés y genera vivencias satisfactorias que generan alegría. Por su parte, el yoga regula y mejora el equilibrio de la persona, aumenta la flexibilidad, la alegría y la paz interior y disminuye la presión articular; además de mejorar la respiración, la concentración y la calidad del sueño y de disminuir problemas digestivos, tensiones musculares”, destaca la monitora.

Actualmente existen hasta cuatro grupos de psicomotricidad, un grupo de musicoterapia y un grupo de yoga. “A estas alturas de curso hay inscritas alrededor de 100 personas, por lo que los grupos cuentan con unas 20 personas aproximadamente. Además, este año estamos introduciendo nuevos juegos y prácticas, como la risoterapia”, explica Chuliá.