Las pensiones subirán un 8,5% en 2023

La revalorización supondría un coste de entre 15.300 y 12.750 millones de euros a las arcas pública

La inflación baja en noviembre por cuarto mes consecutivo hasta el 6,8%, medio punto por debajo de la tasa del 7,3% registrada en octubre, y lo hace gracias a la merma de los precios de los carburantes y la electricidad. Así lo revela el indicador adelantado del índice de precios de consumo (IPC) publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Se trata de la tasa de inflación más reducida desde el mes de enero de 2022, cuanto se situó en el 6,1% justo antes del inicio de la guerra de Ucrania. De confirmarse la estimación, noviembre cerraría con un IPC cuatro puntos menor que el pico del 10,8% registrado en julio, el máximo desde septiembre de 1984.

Aunque se trata de un avance susceptible de revisión, el dato de noviembre permite avanzar una subida de las pensiones y del ingreso mínimo vital en torno al 8,5% para el próximo año, ya que el actual sistema de revalorización toma como referencia el IPC medio, que se calcula en base a los datos registrados entre diciembre y enero. Si se confirma la inflación estimada del 6,8% para el mes de noviembre, la subida de las pensiones sería del 8,46%.

El Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) calculan que cada punto porcentual que sube la inflación implica un aumento en el coste de las pensiones de 1.800 y 1.500 millones de euros, respectivamente. De este modo, la revalorización del 8,5% supondría un coste de entre 15.300 y 12.750 millones de euros a las arcas públicas.

Bajo el mismo criterio que pronostica una subida en torno al 8,5% para 2023, a principios de año el Gobierno ya aprobó un incremento del 2,5% para 2022 en base al IPC medio del año anterior. Por tanto, se trata del segundo año consecutivo en el que la subida de las pensiones se calcula tomando como índice de revalorización el IPC, con el objetivo de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas.