El impacto de las pantallas en la salud visual

Uno de cada tres adolescentes valencianos ya es miope

Los adolescentes valencianos entre 12 y 18 años son, después de los catalanes, los que tienen la percepción más elevada de ver peor de todo España. En concreto, el 56,1% cree que ve mal, frente al 55,4% de media estatal. Y de este grupo el 36%, más de un tercio, necesitan gafas o lentillas para poder ver correctamente, un porcentaje muy parecido al del conjunto del país. Son algunas de las cifras que refleja el informe «El estado de la salud visual de los adolescentes en España», y que se ha elaborado con una muestra de jóvenes de 12 años en adelante hasta la mayoría de edad.

Los resultados apuntan que la miopía magna —más de seis dioptrías— ha pasado de afectar el 1,3% de los adolescentes al 8,2% en solo cinco años. Pero la evolución de miopía en este periodo también ha crecido porque, de media, desde el 2017, los jóvenes de 12 a 18 años han aumentado la graduación en dos dioptrías. Uno de cada tres (el 29,6%) ya es miope y a la mitad (51,9%) le ha cambiado la graduación el último año. «La pandemia de la miopía afecta cada vez más las nuevas generaciones y, si no se hace nada para frenar el desarrollo, puede generar un alto coste social», explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.

La alarma de los especialistas salta al analizar el grado de miopía de los jóvenes. Mientras que el 2017 solo había un 1,4% y 1,2% de miopes con más de seis dioptrías en los ojos derecho e izquierdo, respectivamente, cinco años después la cifra crecido al 8,5% y 7,9%. 

Miopía y pantallas
La investigación llevada a cabo apunta que la mitad de los jóvenes cree que ve mal o que podría ver mejor. Además, una gran cantidad de menores perciben mucha sintomatología de problema visual. Según los resultados, uno de cada manantial jóvenes (11,7%) tiene grandes problemas de visión que podrían generar importantes consecuencias si no se toman medidas.

Como que la evolución de miopía actual deriva del estilo de vida, la presencia de las pantallas en el día a día es uno de los factores que se tiene que analizar. El uso excesivo está directamente relacionado con la pérdida de visión que cada vez sufren más jóvenes. Sobre este asunto, siete de cada diez adolescentes reconocen usar el móvil antes de acostarse. «Tenemos que tener en cuenta que hasta los siete años del menor no hay un tiempo recomendable para usar pantallas en cuanto a salud visual: su sistema no está desarrollado para enfrentarse a esto y lo mejor es limitar el uso hasta que pasan esta edad», ha advertido Lluís Bielsa, vicepresidente de Visión y Vida.