Tras ser arrasado por la Dana ahora ha sufrido robos de maquinaria y cobre con daños de 150.000 euros
Vivercid, uno de los viveros más afectados por la riada del pasado 29 de octubre, con graves destrozos tanto en plantas vivas como en las instalaciones y equipos que alberga en el término de Chiva, ha sido objeto desde entonces de continuados robos que han sumido a la empresa en la “desesperación” porque suman nuevas pérdidas económicas de 150.000 euros y complican los trabajos de recuperación de la actividad previa al temporal.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana (ASFPLANT), de la que Vivercid es asociado, denuncian “la situación de inseguridad y vulnerabilidad” del colectivo y exigen al Gobierno “más vigilancia, aplicando nuevas tecnologías, así como cambios en el Código Penal para acabar con esta lacra que no acaba nunca y pone contra las cuerdas a muchas empresas del medio rural”.

En el primer asalto que sufrió este vivero de referencia en la producción de plantas mediterráneas ornamentales, cítricos y frutales, los ladrones sustrajeron dos máquinas (un dumper y un rulo compactador) que estaban siendo empleadas por Vivercid precisamente para las labores de reconstrucción.
Dos robos posteriores se centraron en el cableado de cobre que había colocado en las instalaciones del vivero. En la primera ocasión los ladrones arrancaron el material del suelo en una parcela afectada por la DANA, mientras que en un segundo allanamiento robaron el cobre que discurría cubierto por protectores de goma a varios metros de altura a lo largo de los invernaderos.
“Damnificados por la DANA y vapuleados por los robos”. Así se mostró el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, tras conocer los hechos: “La lacra de los robos es una vergüenza indigna de un estado de derecho como el nuestro. En el caso de Vivercid, ha interpuesto denuncias ante la Guardia Civil, porque tiene seguro, pero la mayoría de robos no se denuncian al considerarse una pérdida de tiempo. Por eso las estadísticas oficiales no reflejan la realidad del sector agrario. Cuando no son cosechas (aceitunas, aguacates, algarrobas, naranjas, etc.), son plantones, y cuando no son máquinas, son materiales (cobre, hierro, etc.) o instalaciones de riego. Esta situación es insostenible y las administraciones han de tomar decisiones contundentes para acabar con este problema”.