La última campaña de la policía Local de Cheste deja 15 positivos por de alcohol y 3 positivos por consumo de drogas al volante
La Policía Local de Cheste, con motivo de la campaña de Navidad, realizó una nueva campaña especial e intensiva para controlar las tasas de alcoholemia y drogas en la conducción. Estos controles se suman a los que, de forma habitual y periódica, se vienen efectuando en nuestra localidad y suponen un incremento de las acciones preventivas en la materia, en coordinación directa con la Dirección General de Tráfico.
Los agentes realizaron durante toda la semana 300 pruebas de alcoholemia y drogas en distintos lugares de la población. Las pruebas realizadas dieron
15 positivos por consumo alcohol y 3 positivos por consumo de drogas.
En la última campaña de este tipo realizada en verano, la Policía local de Cheste realizó más de 100 pruebas de alcoholemia de las cuales 4 resultaron positivas. Por otra parte se realizaron 8 pruebas de control de drogas de las que 3 dieron positivo en cocaína y marihuana.
Las sanciones por positivos de alcohol y drogas
Si un conductor da una tasa de entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l de alcohol en aire expirado, la sanción que se le impone es de 500 euros y la retirada de cuatro puntos. Si supera los 0,5 mg/l de alcohol, la sanción es de 1.000 euros y seis puntos; mientras que para los reincidentes, son de 1.000 y la detracción de cuatro o seis puntos según la tasa. Por otra parte, conducir con presencia de drogas en el organismo conlleva una sanción económica de 1.000 euros y la retirada de seis puntos.
La campaña de Navidad de la DGT está centrada en los “policonsumidores”
Según Pere Navarro, director general de la DGT, “el objetivo de este tipo de campañas es concienciar a los ciudadanos que no sólo el alcohol es incompatible con la conducción, sino que otras drogas como el cannabis, anfetaminas, opiáceos… son sustancias psicoactivas que tienen efectos, en muchos casos letales, cuando después se conduce. La realización de estos controles preventivos en carretera es, junto con la educación vial, uno de los instrumentos más eficaces para disuadir al conductor de ponerse al volante si ha consumido cualquier sustancia psicoactiva ”.