La Policía Local recibe más de 400 llamadas y rescata a un hombre atrapado
Las rachas de viento que, en algunos momentos de la madrugada del sábado al domingo superaron los 100 kilómetros, dejaron numerosos daños por toda la población y en la agricultura.
Parte de la cubierta del Pabellón Municipal voló por los aires y cayó en la CV-50 cortando la carretera hasta que los bomberos retiraron la estructura. Al ser de madrugada y al estar confinados, no hubo que lamentar daños a personas. La valla que rodea el polideportivo también sufrió numerosos daños.
La Policía Local recibió numerosas llamadas de vecin@s por caídas de antenas, cornisas, tejas, arboles caídos o por contenedores que iban de un sitio para otro sin control. Una de las llamadas fue la de un vecino que vive en una caravana y le cayó un árbol encima, los agentes se desplazaron hasta el lugar para socorrerlo.
Durante toda la noche Bomberos y Policía Local no pararon de atender incidencias. La CV-50 también estuvo cortada en dirección Villamarchante al caer sobre la calzada un árbol de un chalet.
La carpa habilitada para realizar pruebas de Covid junto al ambulatorio también sufrió numerosos daños al saltar los remaches de las lonas.
El la zona de IMES, una de las nuevas casas vio como la valla perimetral de seguridad caía al suelo. Y en la zona de la bascula cayó una de las vallas de publicidad; los camiones allí aparcados fueron avisados por la Policía para proceder a su retirada y no sufrir daños.
El almacén de la brigada municipal sufrió la caída que uno de los grandes pinos que lo rodean sobre su tejado. En el Polígono Industrial Castilla varios postes del tendido eléctrico cayeron al suelo. También se atendieron llamadas de numerosos arboles caídos que se procedieron a retirar inmediatamente para que se pudiera circular.
El parque de la Lomiquia también sufrió daños en la carpa habilitada en el Ágora para los espectáculos. Los operarios estuvieron durante la madrugada desmontando todos los laterales y cortinas de la carpa para que no se la llevará entera.
Los agricultores chestanos también sufrieron el daño del fuerte viento viendo como gran parte de la cosecha de naranjas quedaba en el suelo.