Los chestan@s homenajean a la Virgen de la Soledad Gloriosa con diversos actos en su honor
El pasado fin de semana Cheste se vistió de gala para celebrar con gran fervor las festividades en honor a su patrona, la Virgen de la Soledad Gloriosa. El sábado fue un día repleto de emocionantes actividades que unieron a la comunidad en una muestra de devoción y alegría.
La jornada comenzó con una emotiva ofrenda floral, en la que participaron las fallas locales, las reinas de la vendimia y Clavarios del año 1999 y 2024. Este acto simbólico sirvió para rendir homenaje a la patrona y fortalecer los lazos de unión entre los habitantes de Cheste.
Por la noche, la verbena estuvo amenizada por la orquesta Twister, que hizo vibrar a todos los presentes con su música y alegría.
El domingo, día de la Soledad, la celebración continuó con momentos de gran emotividad. Los campaneros de Puçol realizaron un espectacular volteo manual de campanas, anunciando la solemnidad de la jornada. La solemne misa mayor, presidida por el excelentísimo señor don Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, fue un momento de recogimiento y fe para todos los presentes.
Al finalizar la misa, el cielo de Cheste se iluminó con una magnífica mascletá a cargo de Pirotecnia Vulcano, que hizo retumbar el corazón de Cheste.
Por la tarde se celebró la solemne procesión en la que la Virgen de la Soledad gloriosa que regresó a Ermita. La Reina de la vendimia Ángela Morell y su corte de honor acompañaron a la patrona. Este acto marcó el cierre de las festividades religiosas, dando paso a las lúdicas. Los clavarios del próximo año fueron nombrados por el párroco, don Antonio Sapiña, y bajaron a San Vicente Ferrer siguiendo la tradición, que hacia 7 años que no se realizaba.
El broche de oro lo puso un espectacular castillo de fuegos artificiales en la zona de la Alameda, a cargo de Pirotecnia Vulcano, que una vez más deleitó a todos los presentes con su magia y color. Así, Cheste despidió su fin de semana grande en honor a la Virgen de la Soledad Gloriosa, manteniendo viva la tradición y la devoción en cada rincón del pueblo.
Crónica: Iñaki Apraiz Zanón